He intentado recordar la última vez que me obsesioné tanto con una serie al grado de no poder dejar de ver episodio tras episodio, sin importar los estragos que al día siguiente provocaría mi desvelo. Si bien existen muchas series que me han gustado mucho en los últimos años, normalmente logro verlas poco a poco y no me agobia el hecho de tener que esperar al día siguiente para continuar. Esto no ocurrió con Schitt ‘s Creek, la recomendación en esta entrega del Jolgorio del Ocio. Una verdadera joya ya no tan oculta que disfruté de principio a fin y que sin duda alguna es una gran opción, si ya no saben qué ver.
Hace un par de años escuché por primera vez esta serie y si bien llamó mi atención, no se encontraba disponible en ninguna plataforma en México para poder verla. El año pasado vuelve a mi mente después de que rompiera récords al recibir siete premios Emmy convirtiéndose en la primera serie de comedia en recibir todos y cada uno de los premios a los que estaba nominada. Una vez más no pude verla porque seguía sin existir plataforma en México que la ofreciera.
Un par de semanas atrás, y después de asegurar que no estaba dispuesto a contratar una plataforma más de streaming, descubro que Schitt ‘s Creek está disponible por fin en nuestro país (Paramount +). Dejando atrás mi orgullo, contraté la prueba de una semana para intentar ver esta serie y caí otra vez. Esta ocasión puedo decir que ha merecido la pena cada uno de los 79 pesos que pagué porque considero ahora mismo que esta es una de esas series que me gustará siempre y la cual disfrutaré volver a ver las veces que sea necesario.
Schitt ‘s Creek nos presenta a los Rose. Familia de millonarios, absurdos y excéntricos que han tenido todo siempre. Al ser estafados por un empresario, se quedan sin nada de un día a otro y el Gobierno solamente les permite conservar la propiedad de un pueblo en medio de la nada que a manera de mala broma (por el nombre del pueblo), Johnny Rose compró a su hijo David como regalo años atrás.
Inicia entonces esta gran historia en la que los personajes de pronto se enfrentan a situaciones cotidianas que para ellos serán retos inimaginables. Cambiar una mansión espectacular por un motel de paso en el que tendrán que compartir tiempo y espacio. Aprender a tratar y conocer gente que no entienden nada de lo que les está pasando. No contar con suficiente espacio en el armario para guardar todas las prendas de diseñador que tienen e incluso no tener ocasiones reales para poder usarlas.
Si hablamos de los integrantes de la familia Rose, es casi imposible elegir a un favorito. Todos realizan grandes papeles y se nota la excelente dirección y el buen rollo que tienen entre ellos. Eugene y Dan Levy quienes interpretan a Johnny y David Rose respectivamente, son los creadores de esta serie. A Eugene lo recordamos como aquel padre incómodo y siempre inoportuno en las películas de American Pie. Moira (Catherine O´Hara) y Alexis (Annie Murphy) son el perfecto complemento en esta familia llena de estereotipos absurdos que nos harán reír una y otra vez.
Los personajes que acompañan a la familia Rose son entrañables y muy graciosos. Todos destacan en algún punto y dan el ritmo adecuado para involucrarte en esta historia. Roland, el Alcalde del pueblo quien recibe a la familia y les brinda apoyo muy a su estilo. Su esposa Jocelyn quien es una ama de casa muy orgullosa de su pueblo y que nos brindará grandes momentos. Stevie (una de mis favoritas), recepcionista del motel en el que los Rose viven y quien tiene un humor sarcástico que hará que te partas de risa. Twyla, mesera y encargada del único sitio para comer en el pueblo y muchos personajes más (Bob, Gwen, Ted, Patrick) que forman parte de esta gran serie.
No dejen de ver Schitt ‘s Creek si buscan algo para reír, pero en algún momento también para emocionarse (tal vez con alguna lágrima incluida) al lado de un gran elenco y memorables situaciones. Si ustedes al igual que yo, se resisten a pagar una plataforma más, intenten con el período de prueba y decidan si quieren disfrutar de esta serie o no (me atrevería a predecir que más de uno acabará cayendo como lo hice yo).
“Un día sin reír, es un día perdido” siempre hace falta tener algo que nos haga reír.
Sígueme en Instagram como:
@ingoekobe
@popcastpop
