Una dulce fachada

Criterios Jaime A. Romano
(Estado actual de la fachada) Foto: Jaime A. Romano 

Una de las esquinas más famosas de la ciudad de Puebla es la de las calles 4 oriente y 6 norte, siendo la que guarda la leyenda acerca de una propuesta Imposible… Cuenta la leyenda poblana, que una acaudalada dama era cortejada por un humilde poblano de nombre Juan Ignacio Morales (quien de acuerdo a documentos sí fue dueño de este inmueble), ella le dijo que sólo se casaría con él cuando le construyera una casa de alfeñique (siendo un dulce tradicional a base azúcar y huevo, tradicional del día de muertos y con rico decorado de filigrana de azúcar). El herrero invirtío la fortuna que tenía en adecuar la casa de esta famosa esquina para quedar como la conocemos hasta el día de hoy, con los ricos decorados en argamasa que evocan los finos decorados del dulce típico. La novia al ver la construcción cumplió su palabra y contrajo matrimonio.  

Es así como la leyenda popular que vive en la tradición oral de los Poblanos hasta el día de hoy, cuenta como este bello edificio nació. 

Desde el siglo pasado (1926) el inmueble alberga el: Museo Regional del Estado de Puebla, y a lo largo de su historia ha custodiado piezas de gran valía para la historia de los poblanos. 

En otra ocasión, relaté como una de mis pinturas favoritas elaborada por un sacerdote Jesuita se encontraba en la pinacoteca de este museo, así que mi memoria ha guardado muchos recuerdos acerca de la colección, que abarca desde una bellísima maqueta que ilustra la antigua ciudad de Puebla, hasta el cuadro que conmemora la batalla del cinco de Mayo que en su momento decoró la portada del libro de texto gratuito elaborado para la historia de la entidad. 

(Maqueta de la ciudad de Puebla) Foto: Jaime A. Romano 
(La tarde del 5 de Mayo) Foto: Jaime A. Romano 

Un museo que sin duda ha cambiado a través de los años, que ha sufrido un poco, ya que algunas de sus piezas han cambiado de locación (como mencionaba de las pinturas y también un lienzo que se encuentra en el museo Regional de Cholula). 

Pero, sin duda, sigue conservando grandes tesoros dentro del mismo, quizás su arquitectura es el primer tesoro digno de admiración, y es lo exhuberante del trabajo de argamasa con el contraste del color de sus muros lo cual hace que la composición sea visualmente agradable. 

 (Clásica tarde Poblana en el museo) Foto: Jaime A. Romano 

De igual forma los elementos esenciales del museo, los cuales que por más que cambie de acervo permanecerán, son dignos de admiración, el hermoso mosaico que presenta a San Cristóbal y se ubica en las escaleras principales del inmueble no sólo presenta el gran trabajo en talavera poblana, sino refleja la historia y tradición católica que se tenía al patrono de la ciudad.  

(Mosaico de talavera presentando a San Cristobal) Foto: Jaime A. Romano 

Y de igual forma un espacio que es digno de admiración por su elegante decorado, el cual recuerda al trabajo de la Capilla del Rosario, es la propia capilla de la casa, misma que cuenta con hermosas pinturas que relatan diferentes escenas de la vida de Cristo; en este caso escenas previas a la pasión. Un espacio que ha conservado su majestuosidad e importancia.  

(Una mirada hacia la capila desde el espacio que ocupaba la sacristía) Foto: Jaime A. Romano

 

Y de igual manera cuenta con más espacios en los cuales se presenta la vida habitual de este inmueble, la cocina tradicional poblana, la sala, el comedor, los cuartos y estancias dan al visitante una idea de cómo fue la cotidianeidad en el pasado, todo a través de exquisitas piezas que enriquecen el conocimiento de los visitantes. 

Es así como de sala en sala este museo presenta a propios y extraños una probadita de la historia de Puebla, aunque mucho ha cambiado a través de los años en este museo, es un espacio que sin duda vale la pena visitar, revisitar y reencontrar, un espacio del cual siempre se aprende algo y presenta la historia e identidad poblana para todos. 

@JimboRomano