El presupuesto y las prioridades

Criterios Pablo Aréchiga Fernández

Martin Luther King decía, con toda la razón, que los presupuestos son documentos morales ya que a través de ellos se definen las prioridades que tenemos como país y como sociedad.

El Presupuesto de Egresos de la Federación es el mayor instrumento de integración y coordinación de las políticas públicas, materializa las prioridades, define el rumbo y el alcance de la acción del gobierno, refleja con claridad los principios y prioridades económicas y sociales que regirán la actuación gubernamental; es un documento cuyo proceso de elaboración y aprobación inevitablemente implica cargas ideológicas considerables acerca del país que queremos y muchísimos intereses, además de considerar las coyunturas políticas, sociales, económicas y los temas presentes en la agenda pública. Es a la vez el mayor documento de planeación e implementación de la política nacional, responde a preguntas como quién gasta, cómo gasta y para qué gasta.

Desde luego, incrementar presupuesto a un tema requiere quitarle a otro, lo que además de disminuir su alcance tiene costos políticos y sociales significativos y nos lleva a hacernos preguntas generalmente difíciles de responder, como si vale más la pena invertir en educación o en seguridad, e incluso invertir en seguridad también debe responder a la pregunta de si se gasta más en prevención o en policía, si lo debe hacer el Gobierno Federal o los municipios. Cada una de éstas preguntas, nada sencillas, encuentra su respuesta en el Presupuesto de Egresos de la Federación que propone el Presidente y aprueban los Diputados.

La propuesta enviada ayer 8 de septiembre a la Cámara de Diputados, tiene un enfoque centrado en las personas con mayores niveles de vulnerabilidad y de atender algunos temas que responden a exigencias ciudadanas justas y urgentes, como el incremento 28 mil mdp para la igualdad entre mujeres y hombres. Nunca antes un gobierno había proyectado invertir en temas relacionados con el género y en medicamentos.

Incluye también incrementos en temas relevantes y en apoyos que se entregan directo a las personas como el de 30 mil mdp a la atención de niñas, niños y adolescentes o de 19 mil mpd a la prevención del delito, el combate a las adicciones y el rescate de espacios públicos; las becas para educación básica y las becas para jóvenes de bachillerato y universidad. Incrementa el monto asignado para las personas adultas mayores, personas con discapacidad y para el Programa Sembrando Vida.  Sin embargo, reduce considerablemente el subsidio en seguridad pública para los ayuntamientos, debilita el crédito ganadero a la palabra y fortalece otros apoyos para el campo como el programa de fertilizantes y los subsidios al campo.

El presupuesto definirá el rumbo del país en uno de los años más complejos que se han visto recientemente, enfrentando una crisis económica, recuperándonos de les efectos de la pandemia y con un proceso electoral en el que se preveen altísimos niveles de polarización. Ojalá que los diputados lo analicen con objetividad y pensando en el máximo interés de los mexicanos… nos va la vida en ello.