Los Gritos de Puebla

Criterios Jaime A. Romano

Todo México se prepara esta semana para desde casa gritar: ¡Viva México!, ¡Vivan los héroes que nos dieron Patria y Libertad!, quizás nuestro papá dirigirá el grito, o la matriarca de la familia, o igual y esperaremos a responder al Presidente o al Gobernador a través de la transmisión televisiva; pero hoy quiero hablar de los gritos de Puebla. Si, los gritos que la Puebla de los Ángeles tiene día a día

Si usted tiene la fortuna, en su colonia escuchará los gritos que día a día llenan el aire de la Ciudad de Puebla, estos suelen ser: ¡Tamales!, ¡Eeeeel Paaaan!, ¡Merengueeeees!, y si, hablaremos el día de hoy de la gastronomía ambulante de tradición. Y nuevamente regreso al punto que he tocado en varias ocasiones en este espacio, Puebla y su comida van de la mano, los Poblanos nos hemos forjado con esa gastronomía callejera que se caracteriza por ser de gran tradición en los hogares Poblanos. Comencemos con los Merengues, son esos dulces hechos a base de clara de huevo los que encantan a grandes y chicos, ya sea en blanco o rosa, estos dulces llegan de puerta en puerta de los hogares Poblanos, siendo ofrecidos siempre con una sonrisa por los vendedores (llamados Merengueros), quienes tendrán la mejor actitud aún cuando hayan caminado varios kilómetros ofreciendo su producto antes de llegar a una puerta que les compre. Dulce nacido en los conventos de Puebla, nuevamente creado por las Religiosas de la región (o eso cuentan las leyendas), un bello pilón colocado sobre una galleta María o los famosísimos gaznates, conos fritos rellenos de suave merengue, sin duda son dulces que cautivan a quien gusta de un postre cargado de energía y sabor. 

Sigamos con el pan, si, ese dulce pan que sólo en Puebla podemos gozar, y créanme cuando les digo que he probado panes de otros lugares y en Puebla gozamos de unas de las mejores panaderías de tradición, no hay mayor dicha que cuando comienza a caer la noche y a bajar un poco la temperatura, se escuche la corneta y el grito del panadero, en algunas colonias podremos ver todavía a aquellos panaderos tradicionales en bicicleta, con un gran canasto redondo lleno de conchas, cocoles, colorados, huesos, canillas, cerillos, besos, orejas entre tantos otros, preparados de manera tradicional en uno de los tantos hornos que se encuentran en la ciudad, y donde los panaderos se han esforzado en conservar las recetas de cada pan, donde cada uno tiene un sabor diferente y una preparación única. No haré de menos a aquellas panaderías que también de tradición ya han modernizado sus métodos de entrega y ahora por medio de camionetas pequeñas con bocinas y perifonéos acercan el pan de igual manera a todos los Poblanos. 

Continuamos con la alarma de muchos, y gracias a Dios no hablamos de la “Alerta Sísmica” que en muchas ciudades existe, pero aquí tenemos al tamalero quien en su triciclo carga un megáfono y anuncia los tamales que trae consigo, mole, rajas, dulce, salsa verde, jarochos… y nada será lo mismo después de un desayuno consistente en un tamal y un atole o quizás una torta de tamal, que a muchos nos ha alimentado en alguna mañana, alimento que consume tanto el estudiante como el ama de casa, desde las oficinas de gobierno hasta los hospitales y los edificios corporativos, siempre habrá cerca un tamalero que sea responsable de alimentar a los Poblanos hambrientos del sabor tradicional de nuestros tamales. 

Sin ser grito pero digno de mencionar es el vendedor de barquillos, quien con un solo toque del triángulo ha logrado hacer que identifiquemos su producto, ha logrado una reacción Pavloviana (burdamente explicada es aquella asociación que hacemos a partir de un sonido, en este caso el sonido del triángulo no significa siempre que sea un vendedor de barquillos) que inmediatamente despierta el antojo de un rico barquillo, deliciosa oblea dorada que tiene forma de taquito, que bien puede ser degustada sola o con una dulce nieve.

Mención Honorifica la tienen nuestras campesinas de la región de San Nicolás de los Ranchos que en meses pasados recorrieron Puebla pregonando la venta de Nuez de Castilla, cargando cientos de nueces y ofreciendo innumerables pruebas a transeuntes, amas de casa y curiosos. Acercando el producto sin intermediarios, del campo a los hogares, proviendo a los consumidores con la certeza de frescura del producto directo del nogal.

Así que espero disfruten estas fiestas patrias en compañía de su familia, esperando que consuman alguno de los productos de nuestros vendedores de tradición, los cuales día a día salen a ofrecer sus productos directamente a nuestros hogares (los originales servicios de entrega de comida a domicilio), eso si, recuerden que todo con medida y ¡Que vivan las manos que alimentan a esta tierra!

jaime.aguilar@criteriodiario.com