La Rosa de mi Abuelita

Criterios Luis Miguel Ceballos Reyes

Uno de los productos más importantes de la televisión es la telenovela, a lo largo de 40 años nos han contado diferentes historias, unas de época y otras con problemáticas actuales, pero siempre partiendo de una base; el amor y desamor. 

Mi abuelita siempre ha sido fanática de las telenovelas, ahora ella tiene 105 años y aún las ve religiosamente. Se sienta en su sillón favorito con el tequila mano y disfruta toda la barra de telenovelas. Recuerdo varias veces que me sentaba a su lado y me contaba de que iba novela en turno, con nombres y apellidos, describía perfectamente a los buenos y malos.

Una  vez  me contó la historia de “Mirada de Mujer”, aquel melodrama  que revolucionó la forma de narrar  historias. La trama era sencilla; hombre joven se enamora de mujer mayor. A mi abue le parecía que eso no  pasaba en la vida real  y que “María Inés”, la protagonista, era una ridícula por andar buscando amor en personas jóvenes, ¡vaya, no la bajaba de puta!. Supongo que en su época no pasaba eso. o bueno, al menos no era tan visible. 

Pero, su fervor por las telenovelas cambió cuando vio “La rosa de Guadalupe”. Para quien no sepa de qué trata, es un programa unitario que pasa de lunes a viernes y que plantea algún problema de la sociedad actual y el conflicto termina con una oración o suplica a la Virgen Maria o específicamente a la Virgen de Guadalupe y cuando se cumple, la Virgen se hace presente en forma de una rosa blanca y una brisa que hace que la problemática se resuelva. Este programa se convirtió en su favorito debido a que tocan temas de su más profundo interés: la religión y la fé.

Hace no mucho hubo un capítulo en donde unos jóvenes llenan un tampon de alcohol y se lo introducen en el ano para emborracharse y no oler alcohol; fue tal el impacto que tuvo ese capítulo en ella que literal escondió todo el alcohol que había en su casa. Ahora todas las reuniones familiares cambiaron con la  ausencia del alcohol… Yo creo que pensó que esa sería la nueva normalidad de tomar en la familia. 

Más allá de que si “La Rosa de Guadalupe” es un mal o buen programa debemos reconocerle que es un unitario, que está actualizado a las problemáticas de cierto grupo social. Sin embargo,  para  mejorar tendría que cambiar desde su estructura, las problemáticas que presenta, la manera en que los personajes  la resuelven. Al final consideró que es un  programa prejuicioso carente de empatía por los jóvenes, pero lo que me parece a un más grave es creer que una rosa te resuelva el problema. 

Cuando se habla de “la Rosa de Guadalupe”, el productor asegura que siempre se dice que es un programa religioso, cuando en realidad es programa que está implícito un milagro de la Virgen de Guadalupe. 

Hasta ahora la emisión ha presentado 1400 casos y gran parte de su éxito es ser objeto de memes en redes sociales, en donde se hace referencia al “airecito de la Virgen”. Y ¿ a ti ya se te apareció la rosa de Guadalupe? 

@Luisinrecuerdos