Buenas Intenciones en la LXI Legislatura

Criterios Josimar Alejo

A casi 45 días de haber entrado en funciones, la legislatura local ha comenzado con movimientos interesantes, tanto en el trabajo parlamentario, como en el replanteamiento de la estructura técnico-administrativa del Congreso. 

Un paso interesante fue (al menos así ha sido difundido por un diputado) haber creado la Comisión de Parlamento Abierto. Esto, de concretarse formalmente (revisé actas de las sesiones donde se nombraron las comisiones y no encontré a ésta en específico), sería una acción encaminada a fortalecer la legitimidad y representatividad del poder para con sus representados. 

El Modelo de Parlamento Abierto exige, como parte de un plan de acción serio, la constitución de un ente (de preferencia plural y con representación de actores políticos, técnicos y organismos de la sociedad civil) para seguir una serie de diagnósticos y procesos que hoy han establecido organizaciones mundiales como la Alianza por el Parlamento Abierto. Este cuerpo colegiado y mixto en su composición, tendrá la función de trazar una ruta crítica para cumplir con los parámetros establecidos del modelo. 

Si fuera el caso de que se constituyera la Comisión en Puebla, sería un primer paso importante hacia esa meta. Habrá que decir que el camino no es sencillo y que, para conseguir la distinción de haber adoptado el modelo a plenitud, se deberán superar diversos pasos y barreras que pudieran ser incluso infranqueables. La perseverancia debe ser el sello de este esfuerzo incluso si, el proceso llevase la duración de una legislatura completa. 

Una de las aduanas importantes es conseguir el apoyo mayoritario de las bancadas, un consenso que permita avanzar de manera decidida y firme en el convencimiento de que los esquemas planteados por el modelo, beneficiarán tanto a representantes como a representados en la calidad (justamente) de la representación. Se dice fácil, pero no siempre resulta conveniente para algunos grupos o legisladores en específico, dejar atrás ciertas prácticas que les permiten decidir cómodamente (en ausencia del escrutinio público) sobre las cuestiones que atañen a todos (ciudadanos y población en general). 

En el caso de esta legislatura veo una muy alta probabilidad de entendimiento entre los distintos grupos y representaciones legislativas. La conducción y concertación ha recaído en un político con experiencia parlamentaria y, al menos en el comienzo de este ejercicio, ha demostrado ese oficio del que se careció en la anterior legislatura.

Será interesante atestiguar en próximos días y meses como evoluciona el trabajo de esta “Comisión de Parlamento Abierto”. 

Por otro lado, en pasados días se presentó en el Congreso local un proyecto de observatorio legislativo, acto que encabezó el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política y autoridades de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla. Observatorio que, se autodefine como un órgano de control ciudadano que coadyuvará en las actividades del Congreso. 

Cabe resaltar que este proyecto es arropado e impulsado por una fuerza política de oposición en el Congreso, condición que, sin duda, influye en el ímpetu por lograr contrapesos no solo al interior del legislativo sino, generar factores con la misma dinámica al exterior de este. Es decir, que este tipo de ejercicios y proyectos sean propuestos por minorías que ven un área oportunidad que seguramente los pudiera posicionar en la correlación de fuerzas al interior del Congreso mediante el uso de políticas innovadoras que no necesariamente emergen del legislativo. 

En el evento donde se expuso el arranque del observatorio, la UPAEP expresó que, uno de sus principales motivos al estructurar los trabajos de dicho observatorio, es llevar al seno de la universidad la discusión de los asuntos públicos que se dirimen en el órgano representativo local. En palabras de su rector, señaló que el ejercicio lo estarán haciendo en total libertad. 

En su intervención el diputado Alcántara (del Grupo Legislativo del PAN) vinculó el ejercicio de monitoreo que estaría haciendo la UPAEP, con la aplicación del modelo de Parlamento Abierto. Es de celebrarse que en su visión existe una claridad programática de lo que la implementación del modelo exige. 

En la exposición de motivos de cómo se implementará el observatorio se señaló que uno de los principales puntos será trascender la visión mediática con que se les suele ver a este tipo de mediciones de desempeño. A su vez, quedó establecido que, la periodicidad con la que se estará entregando el reporte de las mediciones será anual (por cada año legislativo, que no coincide con el año calendario). 

Se expresó también que, en el reporte se incluirá la construcción de indicadores cuantitativos (composición del Congreso, de los grupos parlamentarios, asuntos a tratar en las sesiones, iniciativas y puntos de acuerdo con su tasa de aprobación, asistencias, distribución de las comisiones, sesiones de las comisiones) así como cualitativos (estos últimos con el contenido de los instrumentos legislativos presentados en el Congreso). De la misma manera revisarán el ejercicio que se hace del presupuesto del Congreso. 

No es la primera vez que se anuncia y se efectúa un monitoreo legislativo en la entidad. Se tiene registro que ya con anterioridad se han realizado evaluaciones por parte de organizaciones como el Instituto Mexicano para la Competitividad, BORDE Político, la consultoría Integralia, el Centro de Estudios Espinosa Yglesias, así como la misma UPAEP. 

La convergencia tanto de la próxima creación de la Comisión de Parlamento Abierto como la implementación del monitoreo encabezado por la UPAEP, son dos excelentes intenciones que, por el bien de la vida democrática de la entidad, espero sean una realidad en el corto y mediano plazo. 

josimar.alejo@criteriodiario.com