Pensamientos aislados

Aldo Obregón Criterios

“Y procura verte ser feliz”

Se escriben pocos musicales originales en México y pocos de esos pocos llegan a escena; aún menos hacen grandes temporadas y solo uno que otro afortunado llega a posicionarse en el ideario popular de los amantes del teatro.

En Puebla tienen residencia dos artistas que hacen mancuerna en escena, escritorio y vida. Paloma Mantilla y Christopher Bulle Goyri conforman la dupla “Bretón&Goyri”; ella se dedica a la dramaturgia, construye el corazón de cada personaje a punta de palabras mientras que él pone las manos sobre el piano y le arranca melodías al silencio.

He trabajado con este par lo suficiente como para entender, creo, el lugar del que proviene la inquietud de crear lo que no existe. Creo que su amor a reproducir lo que aman es una de las formas más nobles en que la felicidad se le puede llegar a presentar a una persona, y creo también que éste es el motor creativo de este joven matrimonio.

“Hijos de papel”

Sus obras son “hijos de papel”, así las han bautizado, y la más joven lleva por título “Y procura verte ser feliz”.

Son los noventas y desde el primer acorde a uno se le activa el filtro de TV abierta captada por antena de conejo.

La historia habla de reconocerse, de liberarse.

Las escenas van cayendo una sobre otra como bloques de LEGO, los personajes son adorables y las actuaciones, brillantes. Es imposible dejar de poner atención y el conflicto te va llevando amablemente del entretenimiento a la conmoción sin hacerte sentir manipulado.

La interpretación vocal es complicada: dos extraordinarios tenores ligeros, Jorge Mejía en el papel de “Marcelo” y Ricardo Rivas como “Pablo”, el protagonista, llevan el eje principal de la obra; Paulina Pliego le da corazón a la historia encarnando a “Gloria”, la madre de Pablo, y llega a fibras profundas usando como vehículo una interpretación vocal de primerísimo nivel. La cereza del pastel, y una ovación ensordecedora, se la llevan Anya Calva y Mariano Aguilar, dos muy jóvenes talentos con una capacidad actoral y vocal fuera de serie. Anya le presta su privilegiada voz a “Sofi”, la hermana menor del protagonista, mientras que Mariano se luce como “Trini”, la voz interna de Pablo que representa su infancia.

“Futbol y baile”

Paloma Mantilla nos habla de la homofobia, de los prejuicios, de la vida familiar rota, de las heridas que cargamos y heredamos porque no nos queda de otra, de las formas en las que continuamos viviendo aún si vamos sangrando por todos lados.

Pablo recuerda el primer día en que su papá le pegó, consecuencia de interpretar a Trini, la Power Ranger amarilla en un juego con sus primos. Ese mismo día, por primera vez también, el padre de Pablo juega con el y observa orgulloso como su pequeño anota su primer gol.

Este agridulce momento marca a Pablo, a su padre y a toda la familia que, condenada por el roto capricho de un igualmente roto hombre, procurará verse feliz mientras soporta el descomunal peso de ser quien uno es.

Los años pasan, Pablo crece y ahora es capitán del equipo de futbol, su futuro es brillante en el deporte y esto duele porque no lo hace feliz. Entra Marcelo a escena. Marcelo es el nuevo portero del equipo, se sabe que es un genio que tuvo que dejar su anterior club por eventos no claros, aunque el rumor asegura que algo tiene que ver con su despampanante personalidad.

“Nada está impuesto…”

Esta obra aún no existe.

Hasta ahora, los maravillosos artistas antes citados han realizado lecturas dramatizadas y el siguiente paso es la producción a gran escala. Se habla de CDMX, se habla de llevarla de gira por el país.

¿Qué sigue? Esperar lo inevitable: que los musicales originales se conviertan en un verdadero fenómeno nacional, que la obra de “Bretón&Goyri” se convierta en referente y que “Procura verte ser feliz” pronto se pare de carne y hueso sobre un escenario con lo espectacular que solo resulta cuando se unen corazón, técnica, un poco de suerte y un discurso importante.