El sufrimiento es usted.

Articulos Criterios Martha Vargas Vázquez

No puedo volver a pasar por dónde murió…

Muchos de nosotros tenemos lugares que provocan miedo, sufrimiento y que nos recuerdan nuestro dolor, como si el lugar fuera el que guarda el sufrimiento. Son lugares temidos en el proceso de sanación del duelo. Mucha gente que ha tenido una pérdida durante el duelo decide cambiarse de casa, no volver a ir al hospital donde murió su ser querido, cerrar una habitación en casa o simplemente no pasar por donde tuvo un accidente que provocó su muerte.

Cuesta mucho trabajo el poder retirar sus pertenencias personales de ese ser querido cuando ha partido, no volvemos abrir su habitación o simplemente la dejamos o mantenemos tal como la tenía esa persona especial. Tengo gente que acompaño en su duelo que ha conservado la recamara por años como si la persona la siguiera habitando. Conservar así las cosas solo hace una tortura ya que cada que se limpia o abre vienen todos los recuerdos y nunca terminamos de sanar nuestro duelo.

Dentro de los consejos que damos a los dolientes es que muevan de lugar los muebles y que retiren los artículos personales de su ser querido que trascendió.

Muchas veces creemos que el sufrimiento está fuera de nosotros, en objetos, lugares, fechas y en lo que nos dicen otras personas. No es así. Para poder llevar un proceso de duelo sano tenemos que identificar primero que nada que el sufrimiento soy yo. Debemos de hacer una introspección y darnos cuenta que el sufrimiento viaja con nosotros, no cerramos una puerta o cambiamos de casa y el sufrimiento se queda ahí y a nosotros nos deja de doler. No se queda en las paredes, ese dolor va dentro de nosotros.

No podemos darle el poder a un lugar, una ruta, una pared, un mueble, un hospital de ser el origen de nuestro sufrimiento. Un lugar no hace que nosotros suframos; son los recuerdos en nosotros que están guardados en nuestra mente y nos traen el recuerdo de ese momento de dolor al pasar o estar en el lugar donde perdimos a nuestro ser querido.

Se imagina que el dolor quedara guardado en la pared, como estaría un hospital o una funeraria en sus paredes, llena de dolor y sufrimiento. Dentro de nuestro proceso de duelo está el poder ir al lugar que nosotros creemos guarda nuestro sufrimiento y poder llevar un proceso de duelo mediante una terapia lo más sano posible y ahora si trabajar en nosotros que tenemos el dolor y poder aprender a vivir sin ese ser querido que dejo de estar físicamente junto a nosotros y ahora está todo el tiempo en nuestro corazón y podemos traer a nosotros esos recuerdos bellos vividos con él o ella.

Durante la terapia es aconsejable ir al lugar del accidente, entrar en la recamara, ir al hospital, va a costarle mucho, va a revivir el proceso, pero al final es lo más recomendable y lo más sano. Ya que nadie sale del sufrimiento sin sufrir sanamente su Duelo. Es lo más terapéutico. Pero para llegar a ese punto debemos prepararlo para que tenga la conciencia y pueda pasar esa gran prueba de la manera más fácil y menos dolorosa posible. No es crueldad, es realidad de la cual está hecha nuestra vida. Debemos experimentar y pasar por la vivencia o reconstrucción del sufrimiento que causa nuestro duelo.

Cuando usted reconozca que el sufrimiento es usted habrá logrado un crecimiento fundamental y habrá empezado a sanar su duelo

Nadie sale del sufrimiento sin sufrir sanamente.

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