Los “Papás de mis Papitos” Y la escuela en casa

Criterios Luz Rosillo

Un buen número de abuelitos están ayudando a sus nietos en este nuevo proceso de aprendizaje en casa. No sólo es loable, es una adaptación increíble. 

“Los abuelitos, son los papás de mis papitosnos quieren como a sus hijitospero nos consienten más…” cantaba un emblemático conductor de un emblemático programa de televisión del siglo pasado. Si te acuerdas de eso ya sabes mi edad. 

La nueva realidad de la escuela en casa, en línea o por televisión y la reactivación de algunos centros de trabajo, empresas y negocios de diversos giros, ha causado que muchos padres de familia regresen a sus puestos de trabajo, otros tantos están en búsqueda de nuevas oportunidades y un buen número de abuelitos están ayudando a sus nietos en este nuevo proceso de aprendizaje en casa. No sólo es loable, es una adaptación increíble. 

En México, residen un total de 12 millones 594 mil personas mayores de 60 años, el 10.5 por ciento de la población, según el INEGI. Los adultos mayores de 60 años, son quienes han estado más apartados de la tecnología. De acuerdo con el Estudio sobre Hábitos de los Usuarios de Internet en México del 2018, sólo el 7 por ciento de los usuarios de Internet pertenecen al sector de 55 años o más y aunque el uso de los teléfonos celulares y el acceso a Internet han ido en aumento, la realidad es que hacen una labor titánica para entender y adaptarse. Apenas se encontraban desarrollando habilidades en Whastapp, cuando aparecen Zoom, Meet, Classroom y un largo etcétera que les aseguro que ni nosotros adultos conocemos a cabalidad. 

Otros abuelitos, acompañan en este nuevo proceso a los pequeños a través de la televisión. Mantenga usted en casa a los bellos angelitos en orden, sin gritar, poniendo atención a la televisión, sentaditos y tomando apuntes. Los abuelos ahora regulan emociones, curan heridas, ayudan a superar ausencias, limpian lágrimas comparten el encierro, la incertidumbre, la esperanza, siguen limpiando mocos, cocinan y cómo no… ya le entraron a la suma y resta de fracciones, a los predicados compuestos, a la ecología y conozco a varios que hasta a la educación física para que se mueva la criatura. 

No hay medida de amor, no hay premio ni reconocimiento, pero en manos de muchos de nuestros adultos mayores, está el corazón, la disciplina, la constancia y la esperanza de las generaciones más jóvenes y el reto de construir una realidad más justa, más digna, más igualitaria, con buenos y virtuosos mexicanos. Todos los Gobiernos quedamos a deberles nuevas políticas públicas y mejor atención, todos sin excepción. 

Honrémoslos, seamos agradecidos y sobre todo, ayudemos con esa brecha digital. La familia puede apoyar y dotar de nuevos conocimientos a nuestros adultos mayores. Es un reto, pero también nuestro deber de adultos -jóvenes y no tanto- ayudar a disminuirla. 

Entrelíneas 

Queridos lectores, hoy les confieso que me siento como abuelita en época de pandemia atendiendo nietos: Tengo un celular y no tengo información para usarlo. Y es que, lo mismo que sabe usted sobre las obras del Centro Histórico, sabemos los regidores de oposición de este H. Ayuntamiento, ósea ¡nada! Y es que aquí las cosas se anuncian, se enuncian, se dicen en prensa y hasta se licitan, pero quienes revisan no tienen información suficiente para tomar una decisión responsable.  

¿Dónde esta el proyecto?, ¿Acaso hay proyecto?, Sabe usted algo de ¿cómo se está licitando? No son las obras del centro, es el dinero que usted señor y usted señora, aportan con sus impuestos. La transparencia debe dejar de ser una narrativa burdamente manoseada, para tener acciones claras e información para todos. 

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Mi abuelita paterna me enseñó, que hay decisiones que se deben tomar en conciencia, aunque a otros no les guste o no las entiendan. Para los que no entiendan las decisiones de otros, antes de usar los medios, las columnas y las terribles grillas de las que ya estamos todos hartos, usen su Whastaapp, pregunten, dialoguen, dejen de dañar amistades, personas e integridades. Respeten las decisiones de conciencia y aprendan a escuchar, de otro modo viviremos amigos y enemigos polarizados y hartando a los ciudadanos. 

Y mientras la vida pasa, que no se le pase usar cubrebocas. Me dará mucho gusto encontrarnos en los comentarios, en las redes y en la próxima entrega. 

Gracias Elvira y Martha por enseñarme este camino de capacitación y mucho amor con los abuelitos, gracias al INDEFA, a los colaboradores y al Instituto México por darme la oportunidad de participar en tan noble labor. 

¡Gracias Fer por la inspiración. Soy tu fan!   

@LuzRosilloM