El vuelo de la Mariposa

Criterios Martha Vargas Vázquez

Es una oración basada en el amor…

Actualmente está tomando mucha importancia la práctica del famoso vuelo de la Mariposa; debo comentar que yo no he tenido la oportunidad de hacerlo, pero es algo que llama mucho mi atención, por eso el motivo del presente artículo. Voy a comentarles un poco, ya que me di a la tarea de investigar al respecto. Es una técnica que ya tiene varias décadas pero actualmente está muy activa.

¿Por qué se ha llamado así a esta experiencia?

Las mariposas se han convertido en símbolos universales de vida eterna. En la Grecia antigua, el alma, Psyché, era representada como una niña amada por el dios Amor, acompañada siempre por una mariposa. También, la Dra. Elisabeth Kübler-Ross, madre de la Tanatología utiliza la mariposa y su metamorfosis como metáfora, para explicar qué es lo que llamamos morir: “Nuestro cuerpo físico en realidad no es más que el capullo, la apariencia externa del ser humano. Nuestro yo interior y verdadero, la “mariposa”, es inmortal e indestructible y se libera en el momento que llamamos muerte. Morir significa, simplemente, mudarse a una casa más bella… Desde el momento en que el capullo de seda se deteriora irreversiblemente, ya sea como consecuencia de un suicidio, de homicidio, infarto o enfermedades crónicas (no importa la forma), va a liberar a la mariposa, es decir, a vuestra alma. “La muerte no es más que el abandono del cuerpo físico, de la misma manera que la mariposa deja su capullo de seda. La muerte es el paso a un nuevo estado de conciencia en el que se continúa experimentando, viendo, oyendo, comprendiendo, riendo, y en el que se tiene la posibilidad de continuar creciendo. La única cosa que perdemos en esta transformación es nuestro cuerpo físico, pues ya no lo necesitamos. Es como si se acercase la primavera, guardamos nuestro abrigo de invierno, sabiendo que ya está demasiado usado y no nos lo pondremos de todas maneras.

Es una experiencia espiritual, que nos faculta para hacernos conscientes de la relación que sigue activa entre nosotros y los seres amados que trascendieron a otro tipo de forma de vida. Esa relación, ya está sucediendo de forma natural. El amor y la apertura tranquila y confiada, son los atributos que la facilitan.

Muchos dirán que verosimilitud tiene la experiencia. Este es un ejemplo: Personas que nada conocen sobre cómo se desarrolla la vida en el más allá, se sorprenden si descubren, por ejemplo, que su ser querido fallecido vive en aquella dimensión acompañado por su antigua mascota. O, si les muestran una casa y les dicen que allí viven. Sólo sabrá que eso ocurre y por qué, quien se haya interesado por investigar lo que hasta hoy se conoce respecto del más allá. De todas formas, si algo les resulta extraño, no tienen nada más que preguntárselo a su contacto. Él, tranquilamente se lo explicará. En el vuelo de la mariposa. ¡Se abren los ojos del alma! El alma ve con la mente y siente con el corazón.

Todos los grupos hacen mención que no hay ningún interés económico en esta terapia, siempre se realiza de manera gratuita. No es ninguna secta o algo parecido. Lo único que nos mueve a enseñar a estar conectado/a con el Más Allá, la empatía y la esperanza de ser de ayuda para el doliente.

El Vuelo de la Mariposa es una experiencia personal, en la que es el mismo familiar quien vive el encuentro con el ser querido. No se traen mensajes para nadie, simplemente es el contacto del doliente con la persona que trascendió.
El Vuelo de la Mariposa no se debe entender como una experiencia de un día en la que si lo consigues como si no, ya se ha terminado. Es como un curso con varias clases prácticas en donde hay muchas personas que ya obtienen resultados en la primera, pero que han de continuar asistiendo a las clases sucesivas para mejorarlo, hasta que ya no necesiten ser guiadas, porque han aprendido por sí mismas a vivir en contacto cotidiano con los seres queridos.
Y además, de una terapia para el alma de las personas que extrañan al ser querido, puede llegar a ser una vivencia decisiva y alentadora hacia el encuentro con uno mismo, ahondando en el desarrollo de su vida espiritual.

El Vuelo de la Mariposa es una oración desde el comienzo hasta el final de la experiencia. Es un modelo de oración, porque es de la fuerza del amor de donde se nutre esta experiencia espiritual, por más que también recurramos a técnicas de relajación y visualización como ayuda para lograr lo que se pretende. El vuelo de la mariposa, siendo una oración, no pretende adscribirse a ninguna religión. Su esencia es meramente espiritual y se sustenta en el amor que es el sentimiento más íntimo y a la vez más universal que puede experimentar el ser humano.
Orar es ausentarse mentalmente de lo externo e introducirse en lo más hondo de nuestro corazón y hacernos conscientes de los sentimientos que lo habitan, para reconocerlos. El vuelo de la mariposa nació para que aprendamos a darnos cuenta que los seres queridos que han regresado a casa siguen relacionándose con nosotros cotidianamente. Es gracias a la oración inicial en la que entregamos nuestros sentimientos y expectativas al ser espiritual en quien sintamos nuestra confianza, como vamos a encontrar lo que nuestra alma necesita.

El Vuelo de la Mariposa no provoca nada que ya no esté sucediendo entre las almas unidas por un lazo indestructible de Amor. Por medio de esta oración y meditación, aprendemos cómo se produce esa comunicación que se produce de manera mental también llamada telepática. Para ellos, que viven en otro plano de vibración es ésta la manera natural de relacionarse, entre ellos y con nosotros.
Otra creencia muy generalizada y que tanta angustia provoca en las personas que están viviendo un proceso de duelo es eso de que: ¡Hay que dejarlos descansar en paz! Y: ¡No hay que llorar, porque los retenemos! Estas creencias tienen sus raíces en la falta de comprensión de lo que conocemos como muerte. Respecto a que hay que dejarlos descansar en paz, hemos de decir que la vida no se detiene nunca y que por lo tanto es un error pensar que al dejar el cuerpo físico entramos en un proceso de inconsciencia. Lo cierto es que sucede exactamente lo contrario. Y en relación a esa frase lapidaria de que ¡no hay que llorar!, ya es en sí misma una afirmación que atenta contra la manifestación más humana de expresión del dolor. Así pues, si sientes la necesidad de llorar, hazlo y desahógate; el ser querido percibe lo que siente tu corazón y comprende que las lágrimas son necesarias

 Aunque los lazos materiales desaparecen por la muerte de un ser querido, los espirituales se enlazan más, cuando nos unimos en la oración.

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